¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

viernes, 26 de febrero de 2010

Una crítica posmodernista

Cuando pensaba en qué escribir para esta entrada, mi dirección iba totalmente a dar una reflexión feminista; otra vez a volver a quejarnos del “machismo”, de esa “visión masculina dominante”, a resaltar del número de ganadores hombres en los Oscares (desde porqué se llaman “Oscar” con nombre de hombre, o porqué la estatuilla tiene cuerpo de hombre, etcétera), el número de presidentes contra el de presidentas, el número de arquitectos hombres contra el número de arquitectos mujeres (ya que ni el término de arquitecta se deja usar a una profesionista), hasta que llegué a cuestionarme sobre el GÉNERO; ¿Sería correcto en estos tiempos Postmodernistas hablar simplemente de 2 géneros, hombre y mujer?


Debo aceptar que me costó dejar mis pensamientos primitivos e ideologías impuestas, para concluir que no podrían existir tan sólo 2 géneros, no ahora, no hoy.

Entonces, la película Zona de Miedo de Kathryn Bigelow, que ha sido galardonada como mejor directora por Boston Society of Film Critics, Chicago Film Critics, Washington D.C. Film Critics Association, Toronto Film Critics Association, Austin Film Critics. New York Film Critics Circle, National Society of Film Critics y nominada a otras más como la Academia y los Oscares. Y cabe preguntarnos ¿fue elegida realmente por mejor directora o por ser mujer? Esta vez, ¿los críticos habrán caído en el “seamos diferentes y votemos por la diversidad: si ya han ganado negros, que gane una mujer”? o ¿por presentar esta “visión femenina” a la que el cine Hollywoodense no está acostumbrada merece un galardón?, y podrían salir muchas preguntas y especulaciones sobre los resultados, pero deberíamos quitarnos esa idea de que “ganó por ser mujer”, “ganó porque ya le tocaba: hombre, hombre, hombre, negro, hombre, mujer, hombre, hombre…” y empezar a pensar en que ganó por ser artista, por su trabajo, y ganó la PERSONA no la “MUJER”. Que los críticos estén equivocados en sus elecciones o no, ese es otro punto.

A lo que voy es que, el arte no está definido por el género mucho menos el sexo, (todo eso ahora es tan relativo) está definido por el entorno, por la cultura, por la arquitectura, por la ciudad, por la globalización, por la contaminación, por el fenómeno del niño, por Felipe Calderón, por tus maestros, por tu mamá, por la Iglesia Católica, por el Dalai Lama, por lo visible, por lo invisible, por tu ayer, por tu hoy, por el futuro, hasta por el charco en tu patio, como decía todo es relativo.

Araceli Solís Ibarra

No hay comentarios:

Publicar un comentario