¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

lunes, 1 de febrero de 2010

Citadinos, de Spencer Tunick

Spencer Tunick deja mucho que desear con su exposición Citadinos. El manejo de la fotografía es pobre en sus composiciones, los enfoques a las figuras son malos y la estructura en sí de la mayoría de sus imágenes muestran una plasticidad que ni estética contiene. En cuanto a sus intentos de diálogo con las obras de la colección Blaisten termina peor, pues no supo maniobrar con el recurso fotográfico de buena manera, no hay nada interesante en el juego de significado/fotografía, todo lo pone tal cual según la obra escogida y deja casi un insulto en los originales de dichas "representaciones". Sus propósitos y obras terminan dejando un mal sabor de boca, en especial a los familiarizados con sus trabajos previos.

No considero a Tunick un mal productor, pero es obvio que los motivos monetarios sacan lo peor de cualquier "artista".

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