¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

martes, 9 de febrero de 2010

Mucha novedad y nada de nuevo


Me llama la atención cómo una institución de gran valor cultural como lo es MARCO para Nuevo León, se atreva exponer una muestra de desnudos y además, fotografías de desnudos inspirados en pinturas mexicanas de la colección Blaisten; como si tratar el tema del desnudo en la calle con fotografía, sea de gran relevancia en la contemporaneidad. Es un engaño, me parece, erróneamente experimentado por Tunick y malamente exhibido en “nuestro” museo. Si me pregunta ¿Por qué o en qué me consta pensar así? Le responderé que no tengo argumentos claros más que el haber experimentado la compañía de un grupo de estudiantes al visitar la exposición, con maestros de dibujo pidiéndoles apreciar el desnudo y ¡dibujarlo en base a las fotos de Tunick!, ¿En verdad hay un real estudio del desnudo en su serie Citadinos que merezca la pena ser imitado por nuestros estudiantes nuevoleoneses de secundaria? No le encontré el caso el de querer imitar el modelo del desnudo tomado por Tunick, siendo las fotografías bastante llenas de falsedad en técnica como en intensiones.
Lo que si es claro es el intento fallido del artista por enfatizar la posición del desnudo con el entorno pero no sentí que haya logrado tan aclamado diálogo con la capital del país y con la obra pictórica mexicana a la que hace referencia con una cédula. Fue exageradamente escenificado y provocado al andar exponiendo a los participantes en el video pues la exposición se abre a ser más fría, publicitaria y muy vacía.

Si lo único que en verdad me atrofia referente a Citadinos, es lo muy conformista que se puede ser con tal de tener la satisfacción de cumplir con el público al cambiar la lona de estreno, esas grandes que anuncian las exposiciones en el edificio de, repito, “nuestro” museo. Es mucha novedad y nada de nuevo.

Tania Martínez Báez

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