¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

lunes, 15 de febrero de 2010

Fotografía y desnudo ¿y ahora qué?

Fotografía de Elliott Erwitt

La fusión del arte y el desnudo a través de los años ha venido dando lugar a múltiples y muy diversas formas de representación. De la prehistoria a la posmodernidad, el desnudo en el arte ha pasado rozando más de una vez las líneas de lo místico, como si acercase a lo prohibido, lo íntimo, lo real. En la fotografía pareciera la manifestación de lo único verdaderamente propio, de la vuelta a la naturaleza, al estado primero; un retomar, asimismo, la búsqueda de los cánones de belleza establecidos hace mucho tiempo para el arte occidental.

Pero todo este discurso en torno al desnudo, ¿sigue haciéndonos sentido hoy? No está demás cuestionarnos si éste ha perdido –o al menos visto muy amenazada– su cualidad artística al alcanzar la trivialidad en el sentido en que lo ha hecho en la era contemporánea ¿Qué puede seguir diciéndonos hoy el desnudo, que no sea ya “de dominio popular”?

Pareciera que al día de hoy, el sentido de su uso en la fotografía –y quizás en el arte en general– tendría que evaluarse en la medida en que exista una transición hacia la cuestión puramente formal. Quizá ya se haya exprimido todo lo posible del desnudo en tanto vínculo romántico con la naturaleza; lo único que puede seguir dando un sentido al desnudo en la fotografía contemporánea es el modo en que el artista logre abstraer de él algo más fuerte que el discurso hoy deteriorado.

Dalinda Peña Habib

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