¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

jueves, 4 de febrero de 2010

Citadinos... ¿del D.F.?


En la exposición de Spencer Tunick “Citadinos” trata de ver a la gente de la Ciudad de México desde las pinturas y esculturas de Arte Mexicano en la Colección Blaisten. Pero.. ¿Qué tanto estas obras representan al “citadino” del D.F.? y ¿Qué tan buena es la interpretación de Tunik? Aunque hay una buena composición en algunas de sus fotografías, como la que de la señora con los dos jarrones o la muchacha con la máscara, no logran representar en primera instancia al mexicano y menos al de la capital y no hacen una buena referencia a la colección de arte mexicano de Blainsten. Aunque las fotografías mencionadas hacen una buena referencia a las pinturas de la colección y su composición es relativamente buena, es el conjunto de todas las demás obras lo que hace insuficiente a la exposición.

El productor termina representando cosas que parecen ser típicamente mexicanas, como el puesto ambulante de jugos o el camión de naranjas. ¿Será que esto es lo que ven los extranjeros como la vida de un citadino, son estos los escenarios que representan a la ciudad y a los mexicanos?

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