¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

martes, 16 de febrero de 2010

El desnudo en la fotografía artística



El desnudo, al menos en nuestra cultura, católica por excelencia, no necesita de mucha ayuda para ser controversial por sí solito. Antes que nada, al hablar del desnudo en la fotografía artística debemos considerar algunas cosas. La fotografía tiene su propio lenguaje. No se puede juzgar ni leer de la misma forma una pintura que una fotografía ¿Cuál sería el impacto en el espectador común al ver la Venus de Urbino a, supongamos, ver su equivalente fotográfico, una mujer desnuda sobre una cama? Seguramente uno sería considerado arte, por el medio en el que está ejecutado, y el otro muy probablemente porno. Y es que la realidad nos pega de una manera rotunda e irrefutable en la fotografía. Sin embargo es aquí donde se debe hacer una pausa y separar lo que es la vida cotidiana de lo que es la fotografía artística. El desnudo en una fotografía está lejos de ser ese desnudo con el que nos topamos día a día, ya sea en nuestras casas o en anuncios en la calle. Ese que tan sólo se ve, pero no se observa. En la fotografía el artista toma nuestra mirada y la dirige, nos hace detenernos y prestar atención. Es aquí donde los cuerpos se vuelven esculturas, figuras, curvas y líneas. Se vuelve una herramienta.


Esta pequeña anécdota que se encuentra en el artículo Re-Viewing the Nude, de Bostorm y Malik ilustra bien la diferencia entre ver y observar:

En un salón de clases el maestro pide a los alumnos dibujen el cuerpo desnudo de una mujer basándose en la modelo que tienen frente a ellos. La modelo posa y los alumnos empiezan el ejercicio. De pronto la modelo dice “Hay personas mirándome”. El maestro algo confundido tan sólo le da una mirada. Por supuesto que hay personas mirándola, es parte de la actividad. “No” dice ella “hay personas mirándome”. El maestro voltea hacia la puerta y se da cuenta de lo que quiere decir la modelo. Hay personas viendo a través de la ventana fuera del salón.

No es lo mismo una mirada que ve a una que observa. No es lo mismo un desnudo cotidiano a un desnudo artístico.

Luisa María Mariscal Martínez

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