sábado, 1 de mayo de 2010
Erwin Olaf
Encuentro la fotografía con nombre Hotel Kyoto, cuarto 211 del productor Erwin Olaf un tanto violenta y estresante, sus colores opacos en contraste con el cuerpo semidesnudo, blanco y con apariencia de muñeca, así como la composición de formas en toda la escena (muy geométricas contraponiéndose al cuerpo suave y ondulante) me provocan una sensación de tensión inquietante, agregándole ese rostro inmutable con la mirada directa al espectador, la aleja de vida, la llena de frialdad.
Por dichas razones pareciera que la imagen tratase de materializar la idea del humano como ser pensante colocándole como un objeto caracterizado más por apariencia que por acción, lo que me lleva a pensar en ese ideal griego de cuerpo y sus esculturas, con cuerpos blancos y fríos buscando esa perfección física.
Además, con esa mezcla de 60's en la habitación y lo contemporáneo del personaje, se crea una ambigüedad que considero una realidad generalizada, toda la información que se nos inserta crea y destruye al mismo tiempo culturas, costumbres, ideologías; lo que termina precisamente en imágenes como ésta, sin definición alguna y todo el contenido contradictorio y misterioso. Todo esto es una forma de expresar esta frivolidad ambigua que se vive en un planeta mundializado.
Dalia Vzq.
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