¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

jueves, 6 de mayo de 2010

El tiburón, el tiburón!!!


Demian Hirst :
La imposibilidad física de la muerte en la mente de algo vivo


Cabe mencionar que la obra en su totalidad es ¡ impactante !, pues tan sólo ver a un depredador dentro de un contenedor bañado en formol causa una sensación, al principio de superioridad, el tiburón como presa atrapada, sin poder hacer ningún movimiento, pero ¿ qué pasaría si estuviéramos frente a él en su hábitat?, considero que la sensación de asombro, cambiaría a miedo, horror y timidez, esto sucede cuando se modifica cualquier cosa de su contexto original, por ejemplo el mingitorio de Duchamp, al ver tal objeto en un baño público ni siquiera te acercas cómodamente, pero la situación cambia al verlo expuesto en una sala de museo, podría asegurar que surge el deseo de tocar la pieza sin que el guardia de seguridad lo perciba, esto pasa porque le damos otro significado a las cosas cuando no las vemos en su ambiente natural y te cuestionas ¿Cuál fue el motivo del artista al hacer esta obra? ¿Se podría llamar arte a tal pieza? Y lo más importante: ¿Cuánto le pagaron al artista por hacer esto? Y ¿Quién está dispuesto a comprar esta obra de arte? Y la respuesta sólo a las dos últimas preguntas es: 10 millones de dólares! Y un coleccionista o aficionado a la compra de arte.


Desde mi perspectiva, el tiburón como pieza de arte simboliza el acto, el acto de la compra, la pieza en sí es lo de menos, lo que verdaderamente importa e impacta son las relaciones sociales por las que tuvo que pasar para ser valorada en tan exorbitante cantidad de dinero. La relaciono con lo contemporáneo como estilo porque al poner piezas de este tipo, como por ejemplo la caja de zapatos de Gabriel Orozco o el esqueleto de ballena están marcando: el estilo de los artistas contemporáneos.

Beatriz Rivas Palacios.

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