¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

martes, 18 de mayo de 2010

Messager


No pensaba que vendría un día en el que no me importaría pagar equis cantidad de pesos por entrar a ver una exposición en el Museo MARCO, pero el día llego cuando visité la exposición de la productora francesa Annette Messager.

Durante toda la exposición me mantuve con la boca abierta, como niña pequeña sin saber a dónde mirar y sin poder digerir la cantidad de cosas que las instalaciones de Messager me provocaban, no todas positivas, cabe mencionar, pues en la parte final los temas se vuelven intensos, violentos y sexuales, muy intensos.

Por la museografía, me parece que la exposición se divide en 3 partes. La primer sala es muy sutil y los diálogos de las obras con el espectador son más pasivos, incluso alegres, como ejemplo de esto es la instalación de nombre Fun, al pasar a lo que para mí es la segunda parte, presenta una serie de dibujos de nombre Las aventuras de Annete Messager, las cuales son más intensas y de alto contenido sexual, desde ese momento me parece que su obra va cobrando más fuerza en contenido como en impacto visual, las instalaciones finales (3 parte) como Quimeras, Manchas negras y Articulando y Desarticulando, hacen a los sentidos sacudirse, sitúan en un estado de hipersensibilidad donde todo cuanto se ve, conmociona.

Su combinación de muñecos de peluche, las fotografías intervenida y distintos materiales como telas, hilos y redes, se maneja de una manera bastante fluida, donde todo se integra a la perfección y nada parece fuera de lugar, esto hace a la exposición más completa, congruente y seria.

Para finalizar, creo que es la mejor exposición que he visitado, y más específicamente, de las mejores en MARCO, también cabe considerar que el hecho de ser instalaciones le brinda un peso extra por ser un medio que apenas se empieza a considerar, pero en éstas (las de Messanger) se nota un compromiso diferente con los materiales y contenidos que trabaja la productora, donde sus obras no hablan, lo que hacen es gritar y patalear.



Dalia Vázquez

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