Debo aceptar que me costó dejar mis pensamientos primitivos e ideologías impuestas, para concluir que no podrían existir tan sólo 2 géneros, no ahora, no hoy.
Entonces, la película Zona de Miedo de Kathryn Bigelow, que ha sido galardonada como mejor directora por Boston Society of Film Critics, Chicago Film Critics, Washington D.C. Film Critics Association, Toronto Film Critics Association, Austin Film Critics. New York Film Critics Circle, National Society of Film Critics y nominada a otras más como la Academia y los Oscares. Y cabe preguntarnos ¿fue elegida realmente por mejor directora o por ser mujer? Esta vez, ¿los críticos habrán caído en el “seamos diferentes y votemos por la diversidad: si ya han ganado negros, que gane una mujer”? o ¿por presentar esta “visión femenina” a la que el cine Hollywoodense no está acostumbrada merece un galardón?, y podrían salir muchas preguntas y especulaciones sobre los resultados, pero deberíamos quitarnos esa idea de que “ganó por ser mujer”, “ganó porque ya le tocaba: hombre, hombre, hombre, negro, hombre, mujer, hombre, hombre…” y empezar a pensar en que ganó por ser artista, por su trabajo, y ganó la PERSONA no la “MUJER”. Que los críticos estén equivocados en sus elecciones o no, ese es otro punto.
A lo que voy es que, el arte no está definido por el género mucho menos el sexo, (todo eso ahora es tan relativo) está definido por el entorno, por la cultura, por la arquitectura, por la ciudad, por la globalización, por la contaminación, por el fenómeno del niño, por Felipe Calderón, por tus maestros, por tu mamá, por la Iglesia Católica, por el Dalai Lama, por lo visible, por lo invisible, por tu ayer, por tu hoy, por el futuro, hasta por el charco en tu patio, como decía todo es relativo.