En una región donde el arte está subvalorado, las instituciones educativas suelen reproducir esta posición secundaria del arte, y quienes lo estudian difícilmente logran deshacerse de este lastre ideológico que se contrapone a su vocación.
Los estudiantes de arte buscan así la institución universitaria por su prestigio (aunque en realidad pocos lograrán usarla como verdadera plataforma) y pasan más tiempo llevando cursos "de relleno" que explorando realmente sus potencialidades artísticas y creativas por medio de una iniciativa dinámica, continua y apasionada.
Si se quiere ser un artista y para ello conseguir un título universitario como cualquier otro, ¡grave problema!... El artista necesita dejar de creer ciegamente en el respaldo universitario convencional, que suele estar enfocado a otro tipo de disciplinas; otro tipo de instituciones dirigidas específicamente al arte podrían fomentar muchos mejores artistas y trabajos motivados por algo más que créditos académicos, calificaciones numéricas y un título incongruente con su vocación.
Dalinda Peña Habib.
No hay comentarios:
Publicar un comentario