¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

martes, 27 de abril de 2010

Fallas en la escuela de arte


“El arte es la ciencia de la belleza, y las matemáticas son la ciencia de la verdad; no existe ninguna escuela nacional de la una o de la otra. En realidad, una escuela nacional es una escuela provincial sencillamente. No existe tampoco escuela de arte. Hay únicamente artistas, y esto es todo.”

-Oscar Wilde.

Creo que las escuelas no las conforma el edificio, ni los espacios, ni los maestros, ni el programa; pudieran existir estas en conjunto pero si no existe un alumnado, la escuela no existe.

Entonces podríamos decir que las fallas en una escuela del arte, viene de los alumnos mismos. Alumnos que nacimos y crecimos y probablemente moriremos en un cultura que nos transformo en lo que somos, consumistas, mediocres, vanidosos. Estudiamos arte porque conocemos la mona lisa y los girasoles de van gogh, por la postal que nos trajo la abuelita o el tío que se emociono porque su sobrina pintaba. Muchos esperamos salir de la escuela para ser “Artistas” porque por lo pronto solo estoy “estudiando”; y entramos a la escuela porque así debe ser, termine la prepa sigue la Universidad y necesito mi papel para trabajar.

La escuela de arte ¿en que ha fallado?, en lo que el alumnado no ha exigido.

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