¿Qué es esto?

El que se ocupe este espacio responde a tres objetivos. El primero de ellos, contar con un sitio desde el cual se puedan dar a conocer las opiniones, las observaciones, las críticas de un grupo de alumnos de la Universidad de Monterrey, quienes, por obligación o gusto, tienen que realizar estos ejercicios dentro de la materia que lleva por nombre Taller de Crítica Cultural.

Segundo, y como si de un boomerang se tratara, una cosa es hacer llegar a otros lo que pienso, dudo, discurro, critico, y otra es someterme al escrutinio del otro, abrirme al diálogo, entrar en la polémica, ser el objeto de la crítica de otros. Enfrentar esta situación, aún así sea a través de estos medios, creemos, ayuda en la formación de quienes serán futuros profesionistas en las áreas social, cultural o humanística.

Y, tercero, es nuestra convicción de que al desarrollo cultural y artístico de esta ciudad le falta el elemento que cohesiona a todo con lo que ya contamos; tenemos teatros, cines, galerías y museos, orquestas, escuelas de arquitectura y diseño, desfiles de modas, premios a lo mejor del cine independiente, estudios de grabación y hasta un canal artificial en el cual concursan los triatletas de todo el país, pero a pesar de todo ello y de haber dado ya el salto al siglo XXI, no tenemos crítica, entendida esta como el comentar, el explicar, el difundir, el debatir, el exponer, de manera pública diversos puntos de vista sobre lo que, precisamente, está sucediendo en la ciudad en estos campos. Así pues, este espacio, estos textos, son nuestra modesta, pero decisiva, aportación al desarrollo del arte y la cultura de esta ciudad.

domingo, 7 de marzo de 2010

Curaduría de la exposición de Filemón Santiago en MARCO


Debo admitir que me llevé una decepción al recorrer la exposición “Simplicidad compasiva”, del artista oaxaqueño contemporáneo Filemón Santiago, en MARCO. Mi decepción no se la atribuyo precisamente al artista sino, en mayor medida, a la incongruencia del trabajo de curaduría.

Justo antes de entrar a la primera sala, a las obras, se presenta al visitante en varios párrafos un mensaje de Guillermo Sepúlveda, curador y museógrafo de la exposición. En él se describen brevemente tres etapas biográficas de Filemón Santiago, dejando entrever la pretensión de mostrarlas a lo largo de la exposición, como una especie de telón de fondo o dotador de sentido para la obra de Santiago y para su evolución cronológica.

Lamentablemente, uno se pasea por las salas en búsqueda de este sentido lineal, o de esta triple división que al menos podría encontrarse en la colocación de las obras, aunque diera lugar a interpretaciones subjetivas; pero nos damos cuenta de que la exposición carece de explicaciones y vínculos pertinentes para hacer del conjunto de obras algo congruente con la aparente visión del curador.

Da la impresión de que el museógrafo hubiese tenido la intención principal de organizar la exposición de un modo y que, de pronto, decidió no seguir este patrón y olvidó cambiar el texto de bienvenida: así, de plano.

Asimismo, la mayoría de los textos que se colocaron en las paredes para acompañar a las obras eran –desde mi perspectiva– sumamente abstractos y con tintes más poéticos que otra cosa. Sin intenciones de desvalorizar lo poético, me parece que en este tipo de cuestiones habría de recurrir a ello sólo como un complemento pero no como la esencia museográfica que guíe a los espectadores a través de la obra de un artista.

Dalinda Peña Habib

Foto: http://www.marco.org.mx/exposiciones/FilemonSantiago.htm

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